La revista Maxillaris publica en su último número un artículo elaborado por el doctor César Colmenero y las doctoras Elena Bonilla, Silvia Rosón y Carmen Torres, en el que se presenta un caso de secuelas de labio-fisura palatina unilateral.
El paciente intervenido mostraba, a nivel facial, una hipoplasia maxilar severa con estigmas de nariz y labio unilaterales; nariz desviada hacia el lado fisurado, con obstrucción nasal y estenosis del vestíbulo y narina; nivel de sonrisa adecuado; pseudoprognatismo secundario a la hipoplasia maxilar; punta nasal hipoproyectada, y déficit de volumen en el tercio medio de la cara. La situación de la mandíbula era correcta.
Los doctores planifican el tratamiento en dos fases -ortodoncia prequirúrgica y cirugía con osteotomía Lefort I-, al término de las cuales se consiguió la corrección tanto de la deformidad facial como de la oclusión del paciente
El examen intraoral reflejaba una maloclusión Clase III (posición adelantada de la arcada inferior respecto a la superior) completa.
Los doctores planificaron el tratamiento en dos fases: ortodóncica y quirúrgica. Tras la ortodoncia preoperatoria y la cirugía -que consistió en una osteotomía Lefort I para el avance del maxilar- se consiguió la corrección estable de la deformidad facial y de la oclusión del paciente.
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