Salud bucodental y Alzhéimer: Adelantarse a los problemas

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A medida que el deterioro cognitivo y motor avanza, los problemas bucodentales de las personas con Alzheimer serán mayores y más difíciles de tratar


La prevención en salud bucodental es siempre importante, pero en el caso de pacientes de Alzhéimer es imprescindible. Evaluar y tratar las personas con Alzhéimer en la primera fase de la enfermedad es fundamental, ya que a medida que el deterioro cognitivo y motor avanza los problemas bucodentales serán mayores y más difíciles de abordar.

Es importante señalar que conforme se desarrolla la enfermedad la condición bucal del paciente empeora progresivamente, sobre todo lo referente a la higiene, ya que no recuerdan ni la importancia de la misma ni cómo se usa el cepillo dental o se realiza la limpieza de las prótesis.

Por lo tanto, lo recomendable es acudir al odontólogo en cuanto el paciente tenga confirmado el diagnóstico y anticiparse a este deterioro. El odontólogo trazará un plan de tratamiento de acuerdo a la severidad de la enfermedad y en sintonía con los miembros de la familia o las personas que se encargan del cuidado del paciente.


A nivel odontológico, el diagnóstico temprano permitirá una mejor evolución y un mejor pronóstico del paciente de Alzheimer


ALZHEIMER Y PATOLOGÍAS BUCODENTALES

La deficiencia en la higiene bucal que presentan los pacientes con Alzheimer puede desencadenar una serie de problemas de salud bucodental que incluyen: caries, enfermedad periodontal, halitosis y la destrucción progresiva de la dentición, con las consiguientes consecuencias sistémicas –problemas cardíacos, desnutrición, infecciones sistémicas, etc.-.

Por otra parte, el uso de algunos medicamentos, como los antidepresivos y los antipsicóticos, tienen también importantes efectos secundarios sobre la salud bucodental: la disminución de la secreción de saliva o xerostomía.

Asimismo, se sabe que entre 66 y 77 por ciento de los pacientes con Alzheimer presentan algún problema relacionado con prótesis totales o parciales mal adaptadas.


Una buena salud bucodental lleva implícita una mejor salud general y una mejor calidad de vida para el paciente de Alzheimer en las últimas etapas de la enfermedad


 UN TRAMIENTO DIFERENTE EN CADA FASE

Fase temprana: Un diagnóstico a tiempo a nivel odontológico permitirá realizar el mayor avance posible en lo que se refiere a restauraciones protésicas -preferiblemente fijas-, eliminación de lesiones en tejidos blandos y control de irritantes locales en los primeros años de la enfermedad.

Fase avanzada: Se evitarán tratamientos complicados o invasivos, por muy bien indicados que pudieran estar en condiciones normales, pero que en el caso de personas con Alzheimer pueden resultar contraproducentes –mal acomodo a los cambios y adaptación neuromuscular disminuida-. Las citas deben ser cortas y espaciarse lo más posible entre sí.

Fase final: Lo más importante es la erradicación del dolor y de los focos infecciosos y mantener un nivel de capacidad para ingerir alimentos. Las citas se evitarán hasta donde sea posible.

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CONSEJOS PRÁCTICOS

La enfermedad de Alzheimer es la “epidemia del siglo XXI”, afecta al 2,4 por ciento de los españoles, es decir, más de un millón de personas, y más de 3,5 millones de personas, si tenemos en cuenta a familiares cuidadores, según datos de la Confederación Española de Asociaciones de Familiares de personas con alzheimer y otras demencias (Ceafa).

En el Día Mundial del Alzheimer que celebramos hoy queremos compartir con vosotros algunas pautas sencillas pero determinantes para mantener una buena salud bucodental en las personas que padecen esta enfermedad:

1. Cepillar los dientes dos veces al día

• Para que la limpieza de los dientes sea menos pesada, un cepillo de dientes eléctrico puede ser una buena opción (si el paciente puede tolerar la sensación de vibración).

• Si la pasta dental hace que el proceso sea más difícil, puede omitirse.

• Pregunta a tu odontólogo si el paciente puede usar un gel con flúor o un enjuague para mantener el esmalte dental resistente.

2. Usar hilo dental una vez al día

• Un porta hilo puede facilitar el uso del hilo dental. Los cepillos interdentales son una buena alternativa si el paciente aprieta los dientes.

• Consulta al dentista acerca del uso de una solución antimicrobiana para proteger las encías.

 

3. Limpiar la boca y la dentadura postiza después de cada comida

• Algunos pacientes con mal de Alzheimer no tragan bien. Limpia la boca del paciente eliminando cualquier resto de alimento y enjuágala después de cada comida.

• Saca la dentadura postiza para limpiarla después de cada comida.

• Usando un cepillo de dientes con cerdas suaves, cepilla suavemente las encías y el paladar del paciente.

 

4. Examinar visualmente los dientes y encías del paciente una vez al me

• Consulta al dentista del paciente sobre cualquier punto conflictivo que debas vigilar.

5. Programar visitas al dentista (a partir del diagnóstico de mal de Alzheimer)

• Ten una lista actualizada de los medicamentos del paciente para su dentista y para todos los trabajadores de cuidado de la salud.

• Acude al dentista lo antes posible si el paciente tiene dificultad o dolor al masticar o tiene mal aliento.