Como ya hemos explicado en otros post de nuestro blog, las lesiones derivadas de un traumatismo craneofacial pueden afectar a un único hueso o a todo el esqueleto de la cara y/o cráneo y tienen un impacto severo en la función ocular, respiratoria y masticatoria, así como en la estética.
En el caso que presentamos, el paciente precisaba reconstrucción orbitaria y enucleación, ya que mostraba múltiples fracturas en las paredes de la cavidad orbitaria y lesión del globo ocular irreversible
La órbita es la estructura ósea que delimita las cavidades que alojan el globo ocular y sus anexos. El paciente presentaba fractura del suelo de la órbita y de las paredes medial y lateral, con escape del contenido orbitario. El globo ocular estaba sin visión y no era reparable (Ptisis bulbi)
CIRUGIA DE RECONSTRUCCIÓN ORBITARIA
Tras un estudio pormenorizado, el Dr. César Colmenero planificó la cirugía en colaboración con el Dr. Andrés Laiseca, oftalmólogo especialista en prótesis oculares y cirugía oculoplástica, reparadora y estética.
En primer lugar se llevó a cabo la cirugía de reconstrucción de las paredes orbitarias, mediante abordaje transconjuntival y caruncular (zona del lagrimal).
Los resultados a los 6 meses ponen de manifiesto una correcta voluminización de la órbita y una adecuada reconstrucción de los párpados
Los defectos se reconstruyeron con injerto de hueso autólogo, es decir, del propio paciente, ya que es la mejor opción en cuanto a viabilidad, resistencia, infecciones y complicaciones a largo plazo, en comparación con otras formas de reconstrucción, como silicona o placas. En casos complejos, con posibles cirugías secundarias, es altamente recomendado.
Una vez fijados los injertos rígidamente, se colocó la esfera para dar volumen tras la extirpación del globo ocular o enucleación.
Al valorar resultados de la intervención a los 6 meses, se puede observar que, gracias a la combinación de cirugía reconstructiva y cirugía estética de la cara, campo en el que el Dr. César Colmenero atesora gran experiencia, se ha conseguido una correcta voluminización de la órbita, sin hundimiento ni enoftalmos, y una adecuada reconstrucción de los párpados.