El blanqueamiento dental es un tratamiento sencillo mediante el cual -a través de moléculas de oxígeno-conseguimos aclarar el diente desde su interior, sin alterar en absoluto la estructura interna, logrando así grandes resultados estéticos.
Se utiliza peróxido de carbamida a una concentración del 16% y en tan solo dos semanas se alcanzan unos resultados excepcionales que pueden apreciarse a través de fotografías calibradas de control.