Tumores en la base del cráneo

Son los tumores que se forman en el área que se encuentra entre los ojos, detrás de la nariz hasta llegar al cerebro y la médula espinal. La mayoría son benignos y no se diseminan a otras partes del cuerpo, pero en la mayoría de los casos hay que tratarlos igualmente porque porque su crecimiento puede causar graves daños e incluso poner en peligro la vida del paciente. A menudo no producen síntomas hasta que crecen lo suficiente, por lo que el paciente puede ser asintomático. En caso de existir síntomas, éstos dependerán del tamaño, la localización y el ritmo de crecimiento del tumor, y pueden ser de múltiples tipos, como desde dolores de cabeza, sinusitis recurrente u obstrucción nasal, dificultad en la respiración, ronquera, entumecimiento facial, parálisis de pares craneales, pérdidas de audición o zumbidos en los oídos.

Debido a su localización y proximidad a otras estructuras vitales, a la órbita y a cavidad intracraneal, estos tumores siempre han supuesto un reto para los cirujanos por sus problemas de manejo. No obstante los últimos avances en técnicas diagnósticas y quirúrgicas, gracias a la cirugía mínimamente invasiva, han hecho más accesible esta región y posibilitado su tratamiento de forma segura.

Para el diagnóstico es necesario un análisis físico y neurológico exhaustivo, al que seguirán una tomografia computerizada (TM) para valorar las estructuras óseas, una resonancia magnética (RM) para valorar tejidos blandos y nervios, y un análisis del tejido obtenido mediante una biopsia guiada por imagen, que la mayoría de las veces se puede realizar con anestesia local a través de un endoscopio introducido por la nariz y los senos.

Aunque en ocasiones el cirujano pueda optar por no tratar el tumor y mantener un control exhaustivo del mismo en el tiempo a través de revisiones periódicas, el tratamiento principal de los tumores en la base del cráneo es la cirugía, que opcionalmente puede combinarse con medicación, quimioterapia y/o radioterapia.

Aunque la cirugía abierta sigue siendo necesario en algunas ocasiones, los avances en medicina de los últimos años han hecho de la la cirugía mínimamente invasiva y especialmente la cirugia endoscópica endonasal el tratamiento estándar en este tipo de tumores, al implicar mínimas o nulas incisiones externas y un postoperatorio mucho más cómodo para el paciente.

Un endoscopio -un tubo delgado y flexible con una cámara- permite al cirujano acceder al tumor, generalmente a través de las fosas nasales y evitando realizar ninguna incisión en el rostro. Esta cirugía es generalmente guiada por imagenes por ordenador obtenidas a partir del TC o la RM para facilitar la tarea del cirujano. Una vez localizado el tumor el objetivo será, dependiendo de su naturaleza, tamaño y localización, extirparlo completamente, resecarlo o tratarlo con radioterapia muy localizada -radiocirugía- sin afectar al tejido cerebral sano. Los instrumentos para extirpar o aplicar la radioterapia se encuentran adheridos al endoscopio, contribuyendo a disminuir la necesidad de realizar intervenciones quirúrgicas adicionales.

Aunque mínimamente invasiva, la cirugía de tumores de la base del cráneo es compleja por lo que en Clínica Colmenero siempre deberá ser realizada por un equipo médico especialmente formado en cirugía de la cabeza y cuello, otorrinolaringología, neurocirugía y oncología, dirigido por el Dr. César Colmenero, especializado desde hace 30 años en cirugías de gran complejidad en esta zona anatómica.