El primer eslabón en el tratamiento es el control de la inflamación de la encía y de los factores desencadenantes de la misma. Abarca desde la limpieza profesional exhaustiva del surco gingival, hasta el control de hábitos -higiene, educación para la salud, tabaco. Se puede completar con medidas farmacéuticas, estudios microbiológicos, etc.
