La cirugía ortognática tiene su origen en el intento de dar solución a las deformidades dentofaciales complejas y las alteraciones que conllevan en la oclusión. En concreto, la base del desarrollo de esta especialidad fueron los pacientes afectos de micrognacia -mandíbula inferior más pequeña de lo normal-y prognatismo -extensión o protrusión del maxilar inferior-.
En la actualidad -gracias a nuevas técnicas quirúrgicas, al uso de instrumental de corte preciso y más predecible y a los nuevos procesos anestésicos- la cirugía ortognática ha ampliado su espectro quirúrgico, aportando soluciones relevantes en el campo de la estética facial, y por tanto en la armonía global de la cara, y en la mejora de la respiración y masticación.