Las lesiones postraumáticas de la cara suelen generar grandes secuelas funcionales y estéticas, entre ellas, graves secuelas orbitocraneales y maxilares.
Numerosos estudios citan los accidentes automovilísticos como causa más frecuente de los traumatismos faciales. Los deportes y las agresiones o caídas están también en el origen de este tipo de lesiones.
El caso clínico que presentamos refiere una paciente joven -en el momento del traumatismo tenía 19 años- con secuelas postraumáticas derivadas de un accidente de quad.
La paciente fue operada en otro centro, acudiendo a nuestra clínica ya en fase de secuelas.
La paciente presentaba secuelas orbitocraneales y maxilares derivadas de un accidente de quad
La situación era de alteración severa de la órbita con visión doble (diplopía), ojo hundido (enoftamos), deformidad en la frente y en ceja, telecanto o aumento de la distancia entre las dos partes internas del lacrimal, y fractura del pómulo que le impedía abrir la boca.
Los maxilares, como consecuencia de la fractura, presentaban retrusión, obstrucción respiratoria, alteración estética severa del contorno mandibular y pérdida de piezas dentarias.
Con la eliminación de las secuelas, la paciente ha recuperado tanto la estética facial como la funcionalidad en la visión, respiración y masticación
La paciente fue intervenida por el equipo del Dr. César Colmenero, que practicó una cirugía del contorno craneal, órbita y párpados, restableciendo la armonía de la frente, zona temporal y orbita.
Asimismo, se reconstruyó la vía lacrimal, se realizó cirugía ortognática de avance maxilar y se colocaron injertos para posteriormente poner implantes dentales.
El resultado conseguido tras la cirugía demuestra una armonización en frente, órbita ocular, zona temporal y en el contorno maxilar y mandibular. Además, se ha logrado una mejora del patrón sinusal y respiratorio.