¿QUÉ SON LOS IMPLANTES DENTALES CORTOS?

implantes dentales cortos 8 mm de longitud


Los implantes dentales cortos evitan complicar y alargar el proceso quirúrgico con elevaciones de seno, injertos óseos y membranas en pacientes con poco hueso maxilar


Los implantes dentales cortos son implantes de menos de 8 milímetros de longitud, frente a los implantes dentales convencionales, que miden más de 8 milímetros.

¿EN QUÉ OCASIONES SE UTILIZAN?
Los implantes dentales cortos se utilizan cuando el paciente tiene poco hueso maxilar. Son especialmente útiles en la zona posterior de la mandíbula, donde las técnicas de aumento de hueso, como los injertos óseos, conllevan dificultades técnicas y complicaciones potenciales como la lesión del nervio mentoniano o del nervio dental inferior –responsable de la sensibilidad del labio-.

¿QUÉ VENTAJAS APORTAN?

Menor duración del tratamiento: además de evitar procedimientos quirúrgicos complejos, al no tener que recurrir a técnicas de injerto, la duración del tratamiento con implantes cortos se asemeja a la del tratamiento con implantes convencionales, es decir, unos tres meses aproximadamente –frente a los seis o nueve meses que precisan los tratamientos con injertos-.

Buen pronóstico: el pronóstico de este tipo de implantes dentales también es similar al de los convencionales, siempre que el procedimiento sea realizado por implantólogos experimentados y que la planificación sea correcta.
En general, la tasa de éxito de los implantes cortos era menor que la de los implantes largos hasta hace relativamente poco tiempo. Sin embargo, la aparición de nuevas superficies y diseños han demostrado que este tipo de implantes puede soportar de forma fiable y duradera las restauraciones dentales.


Los implantes dentales cortos son una técnica exitosa y predecible cuando son ejecutados adecuadamente


PLANIFICACIÓN

Una rehabilitación con implantes cortos requiere un mayor número de implantes dentales que un tratamiento con implantes convencionales y una planificación más cuidadosa de la prótesis, ya que estos implantes, al tener menor superficie, soportan peor las sobrecargas del sistema masticatorio.

Es fundamental que se contemple tanto la cantidad y calidad del hueso, como el correcto sellado de los tejidos blandos (encía) y la fase protésica –que debe estar perfectamente concebida con anterioridad a la colocación de los implantes-.

Hoy disponemos de tecnología no invasiva, como el sistema Ostell ISQ, que nos permite medir la estabilidad del implante y determinar cuál es el momento óptimo para realizar la restauración protésica, evitando así futuros problemas.