Alrededor de un 30 por ciento de la población adulta –lo mismo hombres que mujeres- padece o ha padecido halitosis en alguna ocasión. Pero, ¿qué es lo que produce este olor desagradable que emana de la cavidad bucal?
La aparición del mal aliento se debe fundamentalmente a unos gases llamados compuestos sulfurados volátiles (CSV). El origen de estos gases está relacionado con el metabolismo proteico de ciertas bacterias que tiene lugar, en su mayor parte, en la zona posterior del dorso lingual, aunque también puede darse en otras localizaciones, como las bolsas periodontales.
La aparición del mal aliento se debe a unos gases llamados compuestos sulfurados volátiles (CSV)
En los últimos años se ha investigado mucho sobre este problema, no sólo por las consecuencias que tiene para la salud –los gases sulfurados volátiles resultan tóxicos para los tejidos, pudiendo causar gingivitis y periodontitis-, sino también por las posibles repercusiones a nivel psicológico, ya que está comprobado que la halitosis afecta negativamente a las relaciones sociales, afectivas y profesionales de quienes la padecen.
El tratamiento de la halitosis oral tiene como objetivo disminuir el número de bacterias productoras de mal olor, reducir los sustratos proteicos que intervienen en el proceso metabólico de estas bacterias y neutralizar la volatilización de los gases resultantes para que dejen de ser perceptibles.
La halitosis afecta negativamente a las relaciones sociales, afectivas y profesionales de quienes la padecen
El protocolo a seguir varía en función del tipo de halitosis al que nos enfrentemos. Para determinarlo es muy importante hacer un diagnóstico clínico, ya que en ocasiones la autopercepción por parte del paciente de mal sabor o de sequedad bucal puede llevarle a pensar que hay además mal aliento, cuando realmente puede no ser así (pseudohalitosis).
En general, el tratamiento consiste la realización de una limpieza dental profesional en clínica y en el cumplimiento de estrictas medias de higiene oral en casa: cepillado, limpieza interdental con seda dental o cepillos interdentales, rapado lingual que alcance bien la zona posterior de la lengua, y enjuagues con colutorio específico para disminuir el número de bacterias productoras de mal olor y precipitar los CSV para que dejen de ser volátiles. Por supuesto, si existe patología bucal de cualquier tipo, hay que tratarla.
Puedes prevenir la aparición de la halitosis oral cuidando la salud de tu boca y, en especial, manteniendo y tus encías sanas. Para ello es fundamental que no te olvides de seguir unas pautas correctas de higiene oral –cepillado, limpieza interdental y raspado lingual-. Si tienes cualquier duda, no dudes en consultarnos.