Oncología de la cavidad oral

La Organización Mundial de la Salud sitúa al cáncer de la cavidad oral como uno de los tumores con mayor prevalencia del mundo, habiéndose incrementado de manera notable en la última década. Las causas pueden ser múltiples, desde el tabaco y el consumo de alcohol hasta prácticas sexuales de riesgo, pasando por déficit de vitamina A y hierro, una higiene bucal deficiente o la radiación ultravioleta en el caso del cáncer labial. Los síntomas más frecuentes son lesiones en la boca de color rojo o blanco, úlceras o llagas que no se curan, sangrado abundante, pérdida de dientes, problemas y dolor al tragar, dolor de oído, cambios en el tono de la voz o aparición de un bulto en el cuello. Ante la persistencia de alguno de estos síntomas es importante acudir a un especialista, algo que no sucede en el 80% de los casos, que suelen demorar la visita al médico hasta pasados diez meses de media.

El cáncer de la cavidad oral supone un riesgo para la vida del paciente, y si no se trata correctamente, puede implicar una pérdida significativa de la calidad de vida, así como una mutilación funcional y cosmética importante.

Si bien según el tipo, localización y etapa del cáncer puede ser necesaria la combinación de tratamientos de radioterapia o quimioterapia, la cirugía es el primer tratamiento para el cáncer de la cavidad oral. El objetivo de la cirugía es la erradicación de la enfermedad y la reconstrucción inmediata del paciente para minimizar las secuelas estéticas y poder remitirlo rápidamente al tratamiento de radio-quimioterapia.

La cirugía de resección del tumor consiste en la extirpación del mismo y de un margen del tejido circundante de apariencia normal para reducir la posibilidad de que quede alguna célula cancerosa. Los procedimientos pueden ser varios en función de la localización y tamaño del tumor, como cirugía micrográfica para algunos tipos de cáncer de labio, glosectomía o extirpación parcial o total de la lengua, mandibulectomía o maxilectomía si el cáncer se ha extendido por la mandíbula o el paladar duro, cirugía robótica transoral para extraer los cánceres de garganta con menos efectos secundarios que la quimioterapia combinada con quimiorradiación, o laringectomía.

Tras extraer el cáncer, a menudo es necesario realizar una cirugía reconstructiva para recuperar la funcionalidad y la estética de las áreas afectadas por el cáncer. Estas técnicas buscan restaurar las partes extirpadas con injertos de otras partes del cuerpo del propio paciente, como pueden ser piel, músculo o hueso para sustituir partes de la boca, garganta o mandíbula.

La Clínica Colmenero, como especialista en cirugia maxilofacial y otorrinolaringología, desarrolla la oncología de cabeza y cuello con un enfoque multidisciplinar y de manera coordinada con otras especialidades médicas como oncología, medicina radioterapéutica, para ofrecer al paciente una cobertura global y de máximas garantías en caso de padecer cáncer de la cavidad oral.