Mordida abierta

La mordida abierta se da cuando los dientes superiores e inferiores no encajan correctamente. Puede ser anterior, posterior e incompleta en función de la posición dental al morder, y genera tanto problemas estéticos como funcionales, tales como desgaste de la articulación temporomandibular y de encías y problemas en la respiración, la dicción -produciendo ceceo- y la masticación.

Es un problema común en las diferentes patologías que requieren de cirugía ortognática por desalineamiento anteroposterior entre el maxilar superior y la mandíbula, que cuando se muestra excesivamente adelantada o retrasada respecto al maxilar impide una correcta oclusión dental.

Cuando hay que actuar sobre el maxilar o mandíbula superior, ésta debe ser colocada en la posición correcta y fijarse para que se mantenga estable. Es un tratamiento habitual en pacientes adultos que ya no pueden solucionar sus problemas de oclusión únicamente con ortodoncia, siendo necesario recurrir a un tratamiento quirúrgico que actúe sobre la estructura esquelética que da soporte a los dientes.

El mejor profesional para valorar el tratamiento más adecuado para un paciente de mordida abierta será siempre un cirujano maxilofacial. Éste no se limitará exclusivamente a analizar la posición de los dientes, sino que desde su formación como médico podrá obtener una visión global de todo el problema, y valorará el tipo de mordida, los dientes y también los huesos y tejidos adyacentes, recomendando la mejor opción de tratamiento.

Como la mayoría de tratamientos que requieren de una cirugía ortognática, es posible que deba estar apoyado por un tratamiento de ortodoncia para optimizar la oclusión final