Lifting facial

El lifting facial, ritidectomía o estiramiento facial es una intervención de cirugía estética que tiene como objetivo el rejuvenecimiento del rostro de manera duradera eliminando los signos más evidentes de la edad, como pliegues o arrugas. Lo consigue tensando los músculos faciales y del cuello, eliminando el exceso de grasa y estirando la piel, eliminando aquella sobrante fruto de la flacidez causada por el envejecimiento, la exposición al sol, el estrés, factores hereditarios, hábitos alimenticios, etcétera. Todo ello repercute en que el paciente pueda recuperar la firmeza, la elasticidad, el tono y el brillo de la piel del rostro, eliminando las arrugas y volviendo a lucir un aspecto natural y juvenil.

El tratamiento de lifting facial afecta a todo el rostro, por lo que antes de la intervención el cirujano debe estudiar detenidamente la cara, la piel y las estructuras óseas adyacentes, teniendo en cuenta tanto el estado de salud del paciente como la preparación prequirúrgica que debe llevar a cabo.

La cirugía requiere de varias horas de duración con anestesia local más sedación o anestesia local en un quirófano, un día al menos de hospitalización y un postoperatorio de varias semanas.

Las incisiones serán prácticamente inapreciables en la zona del cuero cabelludo extendiénose hasta la oreja y rodeando el lóbulo de la misma, por lo que no dejarán cicatrices visibles. A continuación se reposicionan músculos, piel y grasa, se tensa la musculatura facial y se retira la piel sobrante, antes de suturar las incisiones con puntos.

En muchos casos esta intervención se complementa con otros procedimientos estéticos como blefaroplastia eliminando el exceso de piel en los párpados superiores o liposucción de papada y cuello.

En las manos del cirujano adecuado el lifting facial no tiene apenas riesgos ni efectos secundarios, consiguiendo unos resultados naturales, muy duraderos -duran varios años- y sin cicatrices visibles. Especialmente indicada para personas con flacidez facial de moderada a severa que quieren mejorar su aspecto, es unas de las cirugías estéticas más demandadas a partir de los 45-50 años, con predominancia de las mujeres (75% ) si bien son cada vez más los hombres que se someten a este tratamiento.