La enfermedad periodontal (periodontitis) es una enfermedad crónica que afecta a la encía, es decir, al hueso maxilar que soporta los dientes y a los tejidos que los rodean.
Cuando esto ocurre, la encía se inflama, sangra, el hueso se va destruyendo lentamente y las piezas dentales ven cómo desaparece su estabilidad, incluso pueden llegar a perderse. El mal aliento y la sensibilidad al frío son también síntomas de la periodontitis.
Si la enfermedad se aborda en sus primeras manifestaciones es posible revertir la situación. De ahí la importancia de acudir al dentista en cuanto aparecen las primeras sospechas
Si la enfermedad se aborda en sus primeras manifestaciones (gingivitis), cuando todavía la inflamación de la encía es superficial y no ha afectado a los tejidos que sujetan el diente, es posible restituir la situación. De ahí la importancia de acudir al dentista en cuanto aparecen las primeras sospechas.
No obstante, una vez que la periodontitis hace su aparición, ya no es reversible. Pero sí podemos controlarla con un tratamiento y mantenimiento adecuados que impida su progresión.
Tras un diagnóstico preciso –se realizan pruebas para ver el grado de inflamación de las encías y un estudio radiográfico-, debe establecerse de manera inmediata un plan de tratamiento, siendo conscientes de que cuanto más avanzada esté la enfermedad periodontal, peor será el pronóstico.
Un tratamiento y mantenimiento adecuados puede impedir la progresión de la periodontitis
1. Higiene
En el caso de la gingivitis, es necesario realizar una limpieza bucal profesional, para eliminar las bacterias que se han acumulado. En este punto es muy importante comprender cómo se deben cepillar los dientes y encías para mantenerlos limpios, y que no vuelva a aparecer la gingivitis.
2. Raspado y alisado
Es la primera fase de tratamiento de las periodontitis. Consiste en eliminar la placa bacteriana y el cálculo o sarro que hay en las raíces de los dientes. A veces este paso se acompaña de antibióticos.
3. Cirugía periodontal
En periodontitis más agresivas es necesario recurrir a la cirugía periodontal, la única manera de acceder a las bolsas periodontales más profundas y asegurar su limpieza. Esta fase de tratamiento puede ir acompañada de técnicas de regeneración de hueso perdido.
4. Mantenimiento
Esta etapa es clave para conseguir el control de la periodontitis a largo plazo. La estricta higiene diaria en casa debe acompañarse durante esta fase de revisiones regulares –cada 3 o 6 meses, según los casos-, en las que nuestro equipo valorará el situación particular de cada paciente y eliminará el cálculo y las bacterias. Esta es la única manera de detectar y tratar a tiempo posibles nuevos puntos de actividad de la enfermedad.
Está demostrado que cuanto mayor es la colaboración del paciente con la higiene bucal y con las visitas de mantenimiento, los resultados obtenidos tras el tratamiento son más satisfactorios y duraderos