La gingivoplastia es un procedimiento quirúrgico-estético, de carácter menor y ambulatorio, que se realiza con anestesia local y está enfocado al remodelado final de la encía para lograr una apariencia más armoniosa de la sonrisa. Esto se logra perfilando el contorno gingival en torno al diente, eliminando el exceso de encía que en ocasiones oculta parte del diente, y aportando una mayor simetría gingival y un aspecto más sano y estético de la boca en general. Es un tratamiento muy utilizado en el marco de una cirugía ortognática, al alterarse la posición de la estructura esquelética y con ello la posición de los dientes y su exposición al sonreír.
Una sonrisa perfecta no es solo cuestión de tener unos dientes blancos y alineados. Juega un papel muy importante la encía, que debe presentarse limpia, sana y proporcional al tamaño de los dientes. En ocasiones, cuando existe un exceso de encía en torno a los dientes, se da lo que se conoce como una sonrisa gingival, o lo que es lo mismo, que al sonreír se muestran excesivamente los dientes.
La gingivoplastia busca corregir este efecto estético mediante el remodelado final de la encía. El procedimiento pule y contornea el borde de la encía en torno a los dientes para dotar a estos de una apariencia de mayor tamaño. Implica la recesión de pequeñas cantidades de encía con el fin de crear un contorno lo más estético de los dientes.
La gingivoplastia es el remate final para dotar a los dientes de un contorno de alta estética, por lo que ha de realizarse sobre una encía totalmente sana y carente de problemas periodontales. Por ello es frecuente que deba estar acompañada de una gingivectomía, una extirpación quirúrgica del exceso de tejido gingival -como bolsas, aumentos de volumen o retracciones- como consecuencia de una enfermedad o problema periodontal, saneando la encía y preparándola para su remodelado final.