Enfermedades de las glándulas salivales

Los tumores de glándulas salivales representan entre un 5 y un 7 por ciento de los tumores de cabeza y cuello. La mayoría de ellos -en torno al 85%- se localiza en las glándulas parótidas, las más grandes de las glándulas salivales, aunque la mayoría son benignos. Se caracteriza por el crecimiento, generalmente lento, de la glándula glándula salival causando una hinchazón firme y habitualmente indolora, y en ocasiones dificultad para mover un lado de la cara al resultar afectado el nervio facial. El tratamiento es quirúrgico y consiste en la extirpación del tumor.

El diagnóstico se realiza a traves de diferentes pruebas como pueden ser radiografía de las glándulas salivales (saliograma), ultrasonidos, tomografía computerizada (TC), resonancia magnética (RM) y/o biopsia de tejido de las glándulas salivales.

El objetivo de la cirugía es la resección del tumor preservando la función del nervio facial y minimizando las secuelas estéticas. Para ello se realizan incisiones mínimas o escondidas y se monitoriza el nervio facial por medio de un transductor neurofisiológico. Por último la realización de colgajos de interposición evita hundimientos o depresiones en la zona operada.

Tras la cirugía, si el tumor es benigno no es necesario ningún otro tratamiento. En caso de ser un tumor canceroso puede ser necesario complementar el tratamiento con radioterapia, o quimioterapia si la enfermedad se ha diseminado más allá de las glándulas.

El tratamiento para afrontar tumores en las glándulas salivales debe realizarlo un otorrinolaringólogo. El Dr. César Colmenero fue número 1 del MIR en esta especialidad, estando ampliamente formado para tratar este tipo de complicaciones y contando también como apoyo con la especialidad de Cirugía Maxilofacial en caso de que el tumor haya crecido mucho y sea necesario realizar un tratamiento reparador de la zona afectada.