Cirugía ortognática: evolución

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La cirugía ortognática tiene su origen en el intento de dar solución a las deformidades dentofaciales complejas y las alteraciones que conllevan en la oclusión. En concreto, la base del desarrollo de esta especialidad fueron los pacientes afectos de micrognacia -mandíbula inferior más pequeña de lo normal-y prognatismo -extensión o protrusión del maxilar inferior-.

En la actualidad -gracias a nuevas técnicas quirúrgicas, al uso de instrumental de corte preciso y más predecible y a los nuevos procesos anestésicos- la cirugía ortognática ha ampliado su espectro quirúrgico, aportando soluciones relevantes en el campo de la estética facial, y por tanto en la armonía global de la cara, y en la mejora de la respiración y masticación.


 En la evolución de la cirugía ortognática han intervenido positivamente las innovaciones y seguridad en los procedimientos anestésicos y la mejora del instrumental de corte óseo


Sin miedo a equivocarnos, podemos decir que se trata del procedimiento con mejores resultados en el síndrome de apnea del sueño y que su impacto global sobre la estética facial es muy superior a cualquier otra técnica quirúrgica. Además, la cirugía ortognática supone un apoyo importante en la ortodoncia del adulto.

En la evolución de la cirugía ortognática, como ya hemos apuntado, han intervenido positivamente las innovaciones y seguridad en los procedimientos anestésicos y la mejora del instrumental de corte óseo. La confluencia de estos factores han logrado una cirugía mucho menos invasiva, con menos complicaciones y con una convalecencia más corta.


La cirugía ortognática es el procedimiento con mejores resultados en el síndrome de apnea del sueño y su impacto global sobre la estética facial es muy superior a cualquier otra técnica quirúrgica


Si en la década de los 80 la intervención duraba unas 4 o 5 horas, y el ingreso hospitalario superaba los 4 o 5 días, hoy nuestros pacientes soportan un tiempo de intubación mínimo, ya que la duración de la cirugía es de 2 a 2 horas y media aproximadamente, y la estancia hospitalaria no excede las 24 o 48 horas.