Cirugía ortognática Clase 2

La cirugía ortognática clase II esquelética o retrognatia mandibular se da cuando la mandíbula está retrasada respecto al maxilar superior, presentando no solo una falta de armonía en el rostro sino que habitualmente los dientes no completen una mordida cerrada, no pudiéndose cerrar con normalidad. Aunque en casos severos es muy visible, se detecta cuando la mandíbula presenta un crecimiento anormal por defecto respecto al maxilar, cuando el mentón aparece retraído o ante determinados problemas de oclusión dental.

La solución en estos casos es una cirugía ortognática bimaxilar o monomaxilar, en función de que el cirujano actúe sobre una o las dos estructuras esqueléticas de la boca. En ocasiones es necesario acompañar esta cirugía de un tratamiento de ortodoncia para realinear los dientes y adaptarlos a la nueva mordida, o de una mentoplastia con files estéticos para dotar de una mayor armonía al mentón.

Los beneficios de este tratamiento son tanto estéticos -es una de las cirugías con mayor impacto visual en el rostro, aportándole simetría, armonía y estabilidad- como funcionales.

El avance de la mandíbula provoca un ensanchamiento de las vías orales, mejorando la respiración y eliminando la apnea del sueño tan habitual entre los pacientes que padecen de retrognatia mandibular, mejorando también otras funciones esenciales como el lenguaje y la deglución, además de aportar soporte óseo en puntos suaves del rostro retrasando el envejecimiento de la piel.